29/07/2024
¿CÓMO REDUCIR LOS RIESGOS DE APLASTAMIENTO?
Las plataformas elevadoras se utilizan frecuentemente en trabajos en altura, pero su uso incorrecto puede conllevar riesgos de aplastamiento para los operadores. Una planificación rigurosa y medidas de seguridad apropiadas son esenciales para prevenir estos accidentes, que pueden causar lesiones graves o incluso mortales. De hecho, entre 2021 y 2022, los incidentes de aplastamiento aumentaron, pasando de 35 a 46 casos.
El riesgo de aplastamiento
El riesgo de aplastamiento ocurre cuando una parte o la totalidad del cuerpo del operador queda comprimida por una masa. Esto puede provenir de estructuras en altura, como vigas o techos bajos, o de equipos pesados. El aplastamiento puede causar lesiones graves o fatales.
¿CÓMO EVITAR LOS RIESGOS DE APLASTAMIENTO?
La planificación
Una planificación minuciosa es crucial para identificar los peligros potenciales y evaluar los riesgos asociados con las operaciones. Es esencial implementar un sistema de trabajo seguro, comunicarlo a todos los operadores y asegurarse de que estén formados y familiarizados con la plataforma elevadora utilizada. También se debe elaborar un procedimiento de emergencia conocido por todos para intervenir eficazmente en caso de incidente.
La explotación
Durante las operaciones, es imperativo mantenerse vigilante y seguir escrupulosamente las reglas de seguridad. Si se detecta un riesgo, la actividad debe suspenderse inmediatamente y la plataforma debe ser reposicionada en el suelo. Los dispositivos de seguridad deben complementar, y no reemplazar, una vigilancia constante y una conciencia del entorno de trabajo.
El control remoto
Algunas plataformas elevadoras están equipadas con un mando a distancia desmontable que permite el control remoto. Esta funcionalidad permite al operador moverse por el suelo mientras guía el cesto de la plataforma elevadora, proporcionando así una mejor visibilidad y una mayor protección para el operador a bordo del cesto. El uso del control remoto también requiere una planificación rigurosa y el respeto de distancias de seguridad apropiadas.
Siguiendo estas directrices y asegurando una formación continua, es posible reducir considerablemente los riesgos de aplastamiento y garantizar la seguridad y el bienestar de los operadores.